«Los árboles son santuarios. Quien sepa hablarles, quien sepa escucharlos, podrá conocer la verdad. No predican enseñanzas ni preceptos; predican, sin dejarse intimidar por los detalles, la antigua ley de la vida.»
Hermann Hesse

Hace unos años tuve la enorme fortuna de vivir en el bosque justo cuando me encontraba atravesando uno de los momentos más obscuros de mi vida. Ahí, los paseos en las arboladas, el paisaje sonoro, las mañanas frescas, la diversidad, los silencios y la belleza del mundo natural me sostuvieron, me nutrieron y restauraron mi ser con un poderoso mensaje que desde entonces resguardo en mi corazón: «Perteneces, eres nuestra». Saberme sostenida por la red de la vida y por la madre última ha sido uno de los regalos más transformadores, me ha llenado de sentido y propósito.
Lo que ahora sé es que todos pertenecemos, y absolutamente todo de nosotros es naturaleza: cada emoción, cada pensamiento, toda experiencia humana que atravesemos: el gozo más grande, nuestra creatividad, toda inspiración, hasta nuestro duelo más profundo es naturaleza misma ¡Qué refugio tan pleno reconocerse íntimamente conectado y perteneciente!
No es necesario irse a vivir al bosque para recibir estos regalos. Simplemente ofrecerte un ratito de pausa y presencia en el marco de una terapia de naturaleza puede abrirle la puerta al bienestar, florecimiento y transformación interior
Sofía Ponce | Facilitadora de prácticas de mindfulness, compasión y terapias de naturaleza.

Una terapia de naturaleza es un portal hacia la presencia, el asombro y la conexión.
¿Qué es una terapia de naturaleza?
Es una forma de ecoterapia, también conocida como terapia verde. Es una experiencia guiada desarrollada en un entorno natural, consiste en una serie de invitaciones a través de las cuales surge la oportunidad de pausar, despertar a la presencia y a los sentidos, mientras se interactúa con la naturaleza desde el respeto, el cuidado y la reciprocidad.
En este contexto, es la misma naturaleza quién es la terapeuta.
¿Qué no es una terapia de naturaleza?
No es senderismo, montañismo o sendero interpretativo. No es ejercicio en la naturaleza. No es un tour, ni (solo) una caminata. Tampoco es sesión de fotos, o turismo de aventura.

Los espacios que nos permitan tener acceso a una dosis de contacto consciente con la naturaleza, lejos de los dispositivos, son esenciales para restaurar nuestra atención, despejar la mente y recargar nuestra energía.
Beneficios basados en evidencia
Diversas formas de ecoterapia, como los baños de bosque, la terapia de bosque, el huerto terapéutico, etc., han sido ampliamente estudiados y la evidencia apunta a que el contacto consciente con la naturaleza tiene un gran impacto en nuestra salud mental, emocional y espiritual. Algunos de los beneficios respaldados por la ciencia son:
- Niveles de cortisol reducidos (estrés)
- Mejora en la calidad de sueño
- Reducción de síntomas de ansiedad y depresión
- Sentimientos de felicidad, calma y bienestar
- Mejora del ánimo, concentración, memoria y atención
- Mejora de autoestima y confianza
Más allá de los beneficios comprobados por la ciencia, la experiencia es única y puede ser sumamente poderosa y transformadora, así que la invitación es a vivirla con una mirada fresca, con apertura y curiosidad.
¿Necesito estar en buena condición física?
No necesariamente. Si bien es una práctica “outdoors” no es rigurosa ni extenuante. Una terapia de naturaleza puede incluir alguna caminata ligera y pausada, algo de movilidad (sentarse o acostarse en el suelo, así como levantarse, etc. Dicho esto, si tienes alguna necesidad especial es importante recordar que la práctica se adaptará a ti y no tu a la práctica.
Si sientes el llamado, llena el formulario para recibir una invitación a la próxima terapia de naturaleza en Guadalajara (Mx) ♡
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